
Con profundo dolor, nos unimos para rendir homenaje a César Correa, quien nos dejó recientemente. Durante 33 años, fue el pilar del Centro de Formación Laboral 401 de Baradero, donde su dedicación y pasión transformaron la vida de innumerables estudiantes y colegas.
César fue más que un director; fue un mentor y un amigo. Su compromiso con la educación y su capacidad para escuchar y entender a cada persona crearon un ambiente donde todos nos sentimos valorados. Su legado perdurará en nuestras vidas y en la comunidad que tanto amó.
En nombre de todos los que tuvimos el privilegio de conocerlo y del personal del Centro, expresamos nuestras más sinceras condolencias a su familia. La pérdida de César deja un vacío profundo, pero su espíritu y enseñanzas siempre estarán con nosotros.
Descansa en paz, querido César.